Para poder hacer un uso seguro de nuestro ordenador es de vital importancia mantener el equipo actualizado con los últimos parches de seguridad de manera que ningún pirata informático pueda aprovecharse de ninguna vulnerabilidad para tomar el control del mismo. Aunque por lo general estos parches no deberían causar problemas, mes a mes son más los usuarios que, tras instalar los últimos boletines de Microsoft, reportan problemas de todo tipo, problemas que pueden llegar incluso a dejar el ordenador inutilizable.
Por lo general, las actualizaciones de Microsoft se distribuyen a través de Windows Update. Salvo que configuremos lo contrario, siempre que hay un parche disponible este se descarga e instala de forma automática para proteger a los usuarios de posibles atacantes que intenten explotar dichas vulnerabilidades. Sin embargo, en caso de tener problemas tras haber instalado estas actualizaciones, Microsoft no lo pone nada fácil.
Es cierto que antes de instalar los parches de crea un punto de restauración de manera que si algo va mal se pueden revertir los cambios. Sin embargo, es posible que por motivos de espacio o rendimiento este punto de restauración no se cree correctamente, viéndonos obligados a desinstalar la actualización problemática manualmente para solucionar los problemas que ha causado su instalación.
Cómo desinstalar una actualización de Windows Update en Windows 10
Aunque Microsoft ha simplificado con Windows 10 todos los procesos relacionados con Windows Update gracias a su nuevo panel de configuración, a la hora de desinstalar los parches hay que recurrir a la antigua interfaz dentro del panel de control. Para ello, en Cortana, podemos buscar “Actualizaciones” y seleccionar la entrada “Ver actualizaciones instaladas“.
Se nos abrirá una nueva ventana como la siguiente, donde veremos todos y cada uno de los parches instalados.
Aquí, lo siguiente que debemos hacer es buscar la actualización problemática y hacer clic en ella con el botón derecho. En el menú contextual nos aparecerá la opción de “Desinstalar“.
Pulsamos sobre ella y, tras unos segundos, el parche quedará desinstalado de nuestro sistema. Reiniciamos el ordenador y, cuando vuelva a arrancar, los problemas deberían haber desaparecido.
Al detectar que el parche no está instalado, Windows intentará descargarlo e instalarlo de nuevo, por lo que debemos prestar atención para evitar que esto ocurra, al menos hasta que Microsoft solucione los problemas, algo que puede tardar días, semanas e incluso meses.
Fuente:
https://www.redeszone.net/2016/07/07/desinstalar-las-actualizaciones-problematicas-windows-10/
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